Instituto “Koldo Mitxelena”: Historia Karmen Mediavilla (guraso ohia)

La normativa sobre modelos lingüísticos en Vitoria-Gasteiz obligaba a las familias, por ser zona castellano parlante, a elegir los modelos A y B, estando legalmente prohibido que pudieran matricular a sus hijos e hijas en el modelo D en la Enseñanza General Básica ( EGB); pero al pasar a Bachillerato solo tenían la opción de matricularles en modelo A o D porque el modelo B no existía y, por tanto, se estaba impidiendo que el alumnado del modelo B en EGB pudiera seguir sus estudios en euskera. 

Durante el curso 87-88 las Ikastolas transferidas de Diputación,  Abendaño, Aranzabela, Odón de Apraiz, Barrutia, Tokieder y Bambi tenían a su alumnado cursando 8º de EGB y no existía ningún centro de secundaria en euskera (modeloD) donde pudieran continuar los estudios, ni ninguna previsión por parte de los responsables del Departamento de Educación.

En cinco Centros Públicos de Vitoria-Gasteiz, Ángel Ganivet, Sancho El Sabio, Luis Elejalde, Fornies y Miguel de Cervantes su alumnado estudiaba en los modelos A y B. Los alumnos del modelo A podían elegir el centro que desearan porque existía oferta en cualquiera de los centros de secundaria públicos pero el alumnado del modelo B no tenían donde continuar sus estudios si elegían hacerlo en euskera.

Las familias de las Ikastolas transferidas y de las escuelas publicas se movilizaron para pedir a los responsables de Educación, tanto a nivel local (Delegación de Educación, Ayuntamiento y Diputación), como de Departamento de Educación del Gobierno Vasco un centro de secundaria en euskera.  Sobre el mismo existía el compromiso previo, por parte de la Diputación de Álava desde que se crearon las Ikastolas dependientes de la misma, de la construcción de un nuevo Instituto cuando el alumnado de estas Ikastolas transferidas llegaran a cursar bachillerato; y además existía la partida presupuestaria correspondiente reservada para llevarlo a cabo. 

El colectivo de madres-padres en sus reivindicaciones defendía lo siguiente:
  1. Un centro de Secundaria en Euskera
  2. Todo el profesorado euskaldun
  3. Sin mezcla de modelos, la enseñanza se adaptaría a las necesidades lingüísticas del alumnado.
Durante todo el curso 87-88 la Coordinadora de padres-madres integrada por los padres-madres de los alumnos-as de las Ikastolas y las escuelas Públicas que tenían a sus hijos-as matriculados en euskera estuvo luchando para conseguir que sus hijos-as el curso siguiente pudieran continuar los estudios en euskera en las mismas condiciones de enseñanza de calidad que les estaba garantizado al alumnado que optaba por las enseñanzas en castellano. Fueron tiempos muy reivindicativos en los que las familias para saber donde seguirían los estudios de Bachillerato en euskera sus hijos-as solicitaron entrevistas con los responsables políticos a todos los niveles, tanto locales como Gobierno Vasco, que fueron denegadas o bien demoradas sine die, y por tanto, se vieron obligadas a estar casi semanalmente ante la opinión publica con artículos de opinión, cartas al director y cualquier medio posible que hiciera llegar a los responsables de tomar decisiones sobre este asunto sus peticiones.  Como  no éramos escuchados ni atendidas nuestras reivindicaciones, al final, tuvimos que estar también en la calle mediante manifestaciones, encarteladas, encierros en Delegación y en el mismo edificio del Koldo Mitxelena cuando estaba en obras y aún no tenia ni nombre, en Diputación para recordarles su compromiso de construcción del centro de bachillerato en euskera , caravanas de coches frente al G.V. etc.…. Fue un año de mucho trabajo organizado y en equipo con el que algunos nos dimos cuenta de lo importante que debía ser la continuación de los estudios en euskera de nuestros hijos-as por las dificultades que nos estaban poniendo desde los responsables políticos para poder conseguirlo.

Cuando a finales del curso 87-88 resolvieron convertir un pequeño centro de Primaria en Zaramaga en centro de Secundaria en euskera nos pareció bien, aunque faltaba aún mucha tarea por hacer: obras de adecuación a la nueva necesidad, dotación de mobiliario, adscripción del nuevo profesorado y un plan de estudios y mejora del euskera para el nuevo alumnado que se incorporaba de centros diversos. Pero también las familias estábamos ahí para seguir reivindicando lo que al profesorado se le negaba o se dilataba en el tiempo y hacer seguimiento del aprendizaje del alumnado.

En este proyecto estaba volcado el profesorado que, por ejemplo, se preocupaba de cada comienzo de curso organizar cursillos en septiembre para el alumnado nuevo y trabajar el euskera para integrar a los chicos-as que venían de distintos centros, tanto Escuelas como Ikastolas .También las familias, que a lo largo del curso hacían su tarea organizando las actividades extra-escolares únicamente en euskera como refuerzo. 

El alumnado del Koldo Mitxelena era reivindicativo en el centro, como adolescentes que eran,  pero se sentían muy orgullosos de su Instituto y cuando llegó el momento de medirse en conocimientos con el resto de centros de Álava la media de Selectividad fue muy buena y durante algunos años la mejor de la provincia.

El Koldo Mitxelena (KM) fue creciendo porque la demanda de estudios en euskera aumentaba y se amplió el centro KM II y KM III, hasta que como consecuencia de la reforma educativa al pasar de EGB  a la ESO se crearon dos nuevos Institutos (Ekialdea y Mendebaldea), sin ruido, con la ayuda de EA estando en el Departamento de Educación, lejos de la cerrazón de que dio muestra el PSOE estando en el gobierno.

Mirando hacia atrás y con 25 años más, creemos que fue una pelea necesaria para que nuestros hijos-as pudieran ser personas bilingües y se superara el perjuicio de que el alumnado de familias no euskaldunes tendrían mas problemas en seguir sus estudios en euskera. Con ello además se dio un impulso en Vitoria al euskera, lengua perdida hacía tiempo, y las familias que tomamos parte en esta historia debemos sentirnos orgullosas de ello.